En algún momento de nuestra vida volvemos a lugares que amamos, que nos hicieron gritar, que nos hicieron vibrar, que nos hicieron llorar, que nos hicieron sentir algo especial. Yo regresé a Guadalajara a volver a sentirme vivo, a volverme a sentir un brujito viajero.
No estaba en mis planes estar aquí pero a veces las cosas suceden y tenemos que vivirlas.
Llegué el viernes en la mañana y a las 2:00 de la tarde ya estaba comiendo una deliciosa birria, no saben la felicidad que sentí al probarla de nuevo y en el mejor lugar: «Birrieria el chololo».
Durante la tarde caminamos para conocer Guadalajara ciudad, esto incluía: calles, edificios principales, plazuelas, sitios turísticos y demás.
Al día siguiente mi desayuno fue una deliciosa torta ahogada. Les confieso que las odiaba, la primera vez que las comí me supieron horribles, pero después de probar estás las amo.
Mi ventaja en este viaje fue conocer la ciudad con un local y Erick mi mejor amigo.
Nos fuimos a Tequila a dar el tour con la tequilera José Cuervo.
De camino pasamos a «Los Cantaritos de Amatitán».
¿Qué son los cantaritos? una bebida que te purifica el alma y las penas, jajaja. No es cierto es una bebida preparada con tequila o con cualquier licor que vean en la imagen, le agregan jugo de naranja, jugo de toronja y squirt. Hay de diferentes tamaños.
No tenían de medio litro y nos sacrificamos con un litro, también hay tamaño familiar. Ojo: te puedes llevar el barril después de acabarte la bebida.
Llegamos a Tequila y lo primero que busqué fue el mural del palacio municipal, ya que desde hace tiempo lo vi y moría por una foto.
Para refrescarnos tomamos el famosísimo «Tejuino».
Antes de que se nos hiciera más tarde tomamos el tour en la tequilera José Cuervo.
Estaba muy emocionado porque al fin iba a conocer sobre el proceso del agave y degustar tequila en una cata, con especialistas en el tema.
Me encantó, ya se cómo hacer que el tequila no me raspe la garganta. (El secreto esta en ambientar nuestro paladar con una toma de lado y lado, respirar y soltar el aire). En la cata también nos dieron tres tipos de tequilas y los mezclamos con diferentes alimentos.
Antes de regresar a Guadalajara pasamos por otros cataritos y vimos unos de los atardeceres más bonitos del año.
El domingo desayuné muy temprano un café y chilaquiles, en el centro de Guadalajara.
Lo primero que hicimos fue visitar el Instituto Cultural Cabañas, un lugar que me dejó sin palabras…
Sus pasillos están llenos de obras de arte.
Pero lo que más me impresionó fue el mural de José Clemente Orozco.
Es una verdadera obra de arte.
Luego de recorrer el Instituto Cultural nos fuimos a Tlaquepaque.
Uno de los lugares más bonitos que he visitado.
Todo está lleno de bazares, puestos, restaurantes, bares, galerías, entre otras cosas que tienen que conocer cuando vayan de viaje.
Visitamos una de las galerías más importantes de Sergio Bustamante.
Por último almorzamos unos deliciosos mariscos a las afueras de la ciudad, acompañado de buenas personas y de muchas ganas de regresar a Guadalajara a conocer más de las maravillas de México.
Espero les haya gustado mi aventura, en mi facebook les compartiré varios post de los precios de algunos tours, costos de museos y demás así que estén pendientes aquí les dejo el link:
https://www.facebook.com/larutadelbrujo/
Hasta la próxima brujitos, no se olviden dejar su comentario y compartir el post.
Ya tengo ganas de visitar Guadalajara!
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